A raíz del estallido de la crisis económica que azota la economía española se está hablando mucho de los diversos males que conforman las causas y efectos de esta recesión: desempleo, condiciones laborales pésimas, inmigración, errores del mercado financiero, corrupciones, etc.
El mercado de trabajo en España está seriamente dañado gracias a una serie de males que, en parte, son endémicos en nuestro país.
Para más inri, España ha basado el crecimiento económico de los últimos años en el turismo y la construcción. Dos sectores que, dicho sea de paso, aportan poco valor añadido a la economía de un país.
Porque generan riqueza en el mismo momento de su apogeo. Pero, como se está viendo en estos tiempos, cuando la “burbuja se deshincha”, lo único que queda es una miríada de parados sin apenas cualificación. Y muchos edificios a medio construir que, lejos de aportar algo, son una carga para todos.
Hacia una nueva cultura del trabajo.
Ahondando un poco más en los males que achacan al mercado de trabajo español, se pueden extraer cuestiones a mejorar de forma inmediata. A saber:
- La productividad. España es el país con el peor nivel de productividad de su entorno. Los horarios laborales y la “cultura del presentismo”, que valora más el hecho de trabajar más horas en detrimento de trabajarlas más eficientemente, son males endémicos del mercado laboral español.
- Flexibilidad laboral. Al hilo de mejorar la productividad, habría que mejorar los sistemas de flexibilización de la jornada laboral. Esto implicaría una buena conciliación del ámbito laboral y familiar.
- Jornadas reducidas. Cuando a una empresa le descienden los ingresos, la tendencia es a despedir trabajadores. Pero, ¿por qué en vez de despedir a, por ejemplo 50 empleados, no les hacen una reducción de jornada a 100?. De este modo sigue habiendo esos puestos de trabajo. Sí , los trabajadores ganan menos, pero trabajan. Y resulta que hay mecanismos para hacer esto. Sólo hace falta voluntad por parte de las empresas.
- Mejor formación. La mano de obra cualificada es un bien muy cotizado en el mercado laboral. Sin embargo es algo que no se tiene muy en cuenta por los trabajadores. Afortunadamente es algo que está cambiando poco a poco y cada vez hay más ofertas de cursos de formación y, sobre todo, más interés por seguirlos.
Los cambios son cosa de todos.
En España hay que llevar a cabo importantes reformas para mejorar el mercado del trabajo. El Estado tiene la llave para hacerlo funcionar. Pero cada uno de nosotros (los trabajadores), hemos de saber hacer un examen de conciencia y poner de nuestra parte. Porque todos debemos formar parte activa de esta reforma.